martes, 23 de febrero de 2010

DECISION CORRECTA

Es un buen muchacho; trabajador, honesto, buen hijo y esposo y gran amigo de sus amigos. Tuvo la suerte de gustarle el fútbol desde pequeño, pero la desgracia de ser fanático de un equipo que navega mucho más por el océano de las derrotas que por las costas de las victorias.
Y no sólo eso, sino que sufre en carne propia cada revés del club de sus amores como si fuera un fracaso personal, lo que lo ha llevado a padecer serios problemas de salud. A tal punto que no aguantó la presión, y al ver a su equipo nuevamente derrotado sufrió -valga la redundancia- un pico de presión arterial. Una verdadera locura.
El cuerpo encendió la alarma, y la consultada médica de guardia del moderno Sanatorio le dió a tomar una de sus mas difíciles decisiones: o sigue sufriendo por su triste equipo de fútbol quitándose años de vida o vuelca toda esa pasión a una actividad mucho mas tranquila y sana a la vez, como por ejemplo la repostería insinuó la joven doctora.
Por suerte para el muchacho y toda la gente que lo quiere, ya no se le acelera el corazón y se queda sin aliento al ver a su pobre equipo en el ultimo lugar de la tabla de posiciones sino sólo cuando bate exquisitos bizcochuelos de chocolate. Tomó la mejor decisión de su vida, tomó la decisión correcta.

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