sábado, 14 de noviembre de 2009

RATONES EN LA OFICINA


Era una señora que todos los días llegaba a la oficina pero nadie reparaba en ella en toda la jornada.
Hasta que un día de frió llegó, y cuando fue a colgar su sacón de lana talle XXXL se percató de que su percha no estaba. Asombrada preguntó a sus compañeros:
- Alguien vio mi percha ? desapareció !!!!
- No, quizás te hayan tendido una broma. Le respondió la mas bajita de sus compañeras.
- No creo, a mi nunca nadie me hace una broma. Pronunció con un dejo de tristeza.
Hasta que de pronto la percha apareció en el cajón de un escritorio que no era el de ella.
Efectivamente le habían echo una broma, y no pudo ocultar su alegría de que había sido tenido en cuenta. No dijo nada al respecto y trabajó todo el día.
Al cumplirse su horario de trabajo, tomó su enorme sacón de la percha en cuestión y proclama exultante:
- Se vé que hay ratones que esconden las perchas.
Y acto seguido, no pudiendo disimular su felicidad, lanza su risa característica:
- Ahhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhh
Nunca se supo quien había sido el bromista y a su vez autor de tal buena obra, pero la señora ese día se fue feliz.
Alguien había reparado en ella.



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