Caminó por el pasillo oscuro para encender la luz. Al presionar la perilla, el fogonazo iluminó la noche producto de la humedad y el toque de dos cables sin piel que se besaron. Al mismo tiempo una sombra y un viento helado pasaron frente a el y se perdieron detrás del bosque de eucaliptos. Dicen que dicen que cada otoño crujen al ser pisoteadas las hojas secas, pero ya nadie habita allí para oírlas. O si ?
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