miércoles, 29 de septiembre de 2010

A LA HORA SEÑALADA

Amilcar es un exitoso escritor de libros de Autoayuda, pero incapaz de aplicar a su vida los consejos distribuidos en sus Best-Sellers.
Abrumado por sus problemas decide ponerle fin a su vida. Busca un Hipermercado y adquiere 2 metros de soga para colgarse y una banqueta plástica a la que subirse.
Para cumplir su propósito se dirige a un hotel donde solicita una habitación. Hace el lazo, ata la soga a una viga del techo, se sube a la banqueta, introduce la cabeza en el lazo y pega un pequeño salto. Se desploma en el piso. Evidentemente no era su hora, había sido muy torpe colocando mas soga que la necesaria para quedar colgado. Se repone y piensa que lo ocurrido podría ser una señal de que merece la pena vivir. Guarda todos los elementos suicidas y abandona el hotel sonriendo, pensando que mañana comenzaría una nueva etapa. Estaba tan feliz de lo ocurrido y tan enfrascado en su pensamiento optimista que se distrae, no observa que el semáforo le niega el paso al peatón y al cruzar la calle es atropellado por un automóvil a gran velocidad que lo mata en el acto.
Habían transcurrido 5 minutos desde el salto de la banqueta, exactamente el tiempo que su antiguo reloj estaba atrasado. Su hora ahora si había llegado.


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