BOCAS DE UVA

Una tarde otoñal de un viento que perforaba la piedra, Adalberto Josue Irazabal volvía a su casa donde lo esperaban su mujer y sus 6 hijos. Venía caminando despacio con el cansancio colgado de sus hombros luego de haber trabajado 14 largas horas en la recolección de la uva. Y mientras contemplaba completamente extasiado los viñedos de uvas rojas que tanto lo apasionaban, descubrió que algunas de las ramas de esas vides formaban la figura de una mujer sensual que bailaba aferrada a un caño; que no era otra cosa que el mismo caño sostenedor de la parra.Todo era producto de su imaginación, con la ayuda invalorable de unos tragos frondosos de vino artesanal que bebía de su bota mientras bajaba la ladera del cerrro.
Esta imagen que vino a su mente le sirvió de inspiración para la apertura del Cabaret que nació con el nombre "Bocas de Uva" y que a lo largo de los años fue adquiriendo un estilo único.
Gracias a esa visión en la tarde otoñal que dió nacimiento al Cabaret, Adalberto cambió su vida: se convirtió en millonario y fue un hombre sumamente feliz. Dejó a su esposa y 6 hijos y fue amante de prácticamente todas las bailarinas que pasaron por el lugar; la leyenda cuenta que por "Bocas de Uva" pasaron unas cuatrocientas cincuenta cortesanas. Con siete de esas mujeres tuvo ocho niños mas: con una tuvo dos y con las otras seis uno con cada una.
Adalberto murió a los 99 años. Hasta el ultimo día de su vida estuvo frente al "Bocas de Uva" cuidando cada uno de los detalles.El dia de su muerte el Cabaret cerró sus puertas para siempre.
A sus hijos y a las madres de sus hijos jamás les dejo faltar nada.
Una de las calles del pueblo, hoy devenido en ciudad, lleva su nombre.