sábado, 23 de enero de 2010

ERROR FATAL

Ella llegó a la casa de su ex-marido que, con la excusa de recomponer la relación luego de haber sido descubierto en un affaire extramatrimonial, la había invitado a comer un asado. Pero llegó con otras intenciones, sólo buscaba venganza. Para ello llevó una docena de empanadas, de las cuales 6 estaban envenenadas e identificadas con un pequeño detalle en el repulgue que solo ella conocía.
Mientras el hombre asaba, ella le convidó sus empanadas a modo de aperitivo. Ella comió 3 y el 4, de las cuales 3 contenían el veneno mortal. Ella se sentó a esperar el desenlace. A la media hora, el hombre cayó sobre la mesa donde estaban las ensaladas para no despertar jamás.
Los nervios de la situación más las empanadas digeridas fueron un combo que desembocó en unas ganas incontenibles de ir al baño a evacuar los intestinos. Completado dicho menester y al tirar la cadena observó que la losa blanca del inodoro había quedado sucia con lo que se conoce como "frenada de camión". Desesperada, tomo la escobilla limpiadora y comenzó a fregar la suciedad fecal hasta que desapareció por completo.
Se dirigió donde yacía muerto su ex marido y se dedico a borrar todos los rastros que la podían implicar. Lavó y limpió cuidadosamente platos, vasos, cubiertos, mesa y cualquier objeto que pudiera haber tocado. Guardo en su cartera las empanadas sobrantes y las servilletas para quemarlas en su casa y se marchó con la convicción de haber cometido el crimen perfecto y la satisfacción de haber saciado su sed de venganza.
A los dos días el timbre la levantó de la cama. Al asomarse por la ventana vio que era la policía; cuando observó el objeto que uno de los uniformados tenia en sus manos dentro de una bolsa transparente de polietileno comprendió su error fatal; había limpiado todo, menos el objeto limpiador: la escobilla de inodoro. Sus huellas allí estampadas hicieron que el resto de sus días el sol fuera cuadrado porque solo lo podía ver por la ventana de su celda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario