PIE GRANDE
Era un gran pie, incansable, que todos los amaneceres arrancaba a la vida como el sol. Recorrió miles y miles de kilómetros y todos los caminos sin quejarse. Nunca un pie de atleta, una micosis ni una uña encarnada. Pero un día dijo basta, comenzó a hincharse y agotado dejó de caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario