Había llovido durante el dia pero aun perduraba en el aire ese olor a tierra mojada tan inconfundible, el silencio se apoderaba de la noche casi por completo a no ser por los perros vagabundos que ladraban vaya a saber uno a quien; mientras, en las casas las luces se apagaban de a una por vez. Todos se iban a dormir, cerrando los ojos como una forma de entrenar para la muerte. Todos menos uno...
No hay comentarios:
Publicar un comentario